La experiencia lleva al contenido
No hay nada más poderoso que las experiencias. Las experiencias nos marcan, dejan huella en nosotros, nos hacen sentir… Sentir algo es lo más íntimo e intenso en el ser humano. Y las experiencias son realmente lo que hace mover nuestros sentimientos, nuestras emociones.
Percibimos la realidad a través de nuestros cinco sentidos, y esas percepciones sensoriales con las que generan en nosotros emociones. Los impactos son potencialmente más grandes cuantos más sean los sentidos mediante los que los percibimos. Es por eso que el evento tiene tanta fuerza en comunicación. Vivir un contenido en primera persona es infinitamente más potente que simplemente escucharlo o verlo.
Los puristas dirán que el evento es caro, que llega a poca a gente, y que los medios masivos consiguen un alcance infinitamente mayor. Eso parece poco discutible: los medios masivos ganan en cobertura, los eventos en calidad del impacto. Sin embargo, y en la realidad actual es donde comenzamos a percibir la principal novedad.
Para conectar con las personas no hay nada como el marketing experiencial, y los eventos son una herramienta clave en este sentido. El estar aquí y ahora, juntos y conectados, marcas y consumidores, en un mismo lugar físico (o virtual), hace que las vivencias sean únicas y extraordinarias. Cuando eso sucede, cuando se consigue realmente el “engagement”, es cuando el consumidor se convierte en generador de contenido.
Aquí es donde conectamos las experiencias y los eventos con los medios sociales, y aquí es donde el contenido se hace masivo y exponencial. Aquí es donde un amigo te cuenta lo que está viviendo y cuando la credibilidad de lo que te cuenta tu amigo gana por goleada a lo que te pueda contar una marca.
Un reciente estudio del Event Marketing Institute habla de los crecimientos de entre el 5 y el 10% de los presupuestos que las grandes marcas destinan a eventos en los últimos años. Es una tendencia clara que con la desfragmentación de los medios masivos comiencen a ganar peso los medios propios de las marcas, y en ellos los eventos de marca tienen un papel protagonista.
Se avecinan buenos años para las experiencias en vivo. No sólo de on-line vive el hombre.